El robot consiste en un brazo con una pinza conectada a un ordenador que se encarga de las funciones primordiales: detección de metales, medición del peso, escaneo 3D, censores táctiles y espectrómetro para analizar e identificar el tipo de material. Para llevar adelante el proceso, el robot se encuentra frente a una cinta transportadora por donde pasan los escombros, desde donde toma cada elemento para su análisis. En el momento de la identificación de un elemento reciclable, el brazo robótico lo colocar en su contenedor específico, de donde será luego directamente llevado a la planta de reciclaje. Los desechos no reconocidos se ponen de nuevo en la cinta y son depositados en un contenedor de basura.

Este nuevo invento tiene capacidad para detectar cerca de la mitad de los materiales que normalmente aparecen en los desechos de construcción. En el futuro su capacidad podrá ser agudizada para logra un mayor porcentaje de reconocimiento de materiales.