La investigación, coordinada por el profesor Carlos Chernicharo, supuso la creación de un material de soporte hecho de polietileno que puede ser aplicado en diversos tratamientos de estas aguas. Los microrganismos presentes son retenidos por medio de este sistema. Normalmente, para esa función son utilizadas piedras o material sintético importado.

“La piedra es un material barato pero muy pesado, lo que dificulta el transporte y la colocación en el interior de las unidades de tratamiento. También es difícil conseguirla en el tamaño correcto, lo que puede ocasionar problemas de atascamiento, más allá de presentar una pequeña área superficial, lo que supone una menor retención de microorganismos", evaluó el coordinador.

El sistema desarrollado presenta algunas ventajas en relación a las técnicas empleadas normalmente, como coste bajo y gran aplicabilidad.