El gerente de Comunicaciones Corporativas de Tecnomatrix, David Esteva, explica que la basura recibe un tratamiento adaptado a las necesidades de la población. “Por ejemplo, si hablamos de materias primas, se pueden aprovechar los plásticos, vidrios, metales, papel o cartón. En el caso del material orgánico (equivalente al 45-60% de la basura) se pueden llevar a cabo procesos para convertirlos en abono o biogás".

Con el reciclaje del 70% de la basura, se generarían nuevas fuentes renovables de energía, materias primas y biofertilizantes; además de optimizar el espacio de los vertederos y el menor impacto ambiental. “Por una tonelada de papel reciclada se ahorran entre 14 y 17 árboles de regular tamaño (que tardarían 20 años en crecer), 130 mil litros de agua y 9.600 kilo watt / hora de energía, la suficiente para suministrar electricidad a una familia media durante casi un año”.

Sin embargo, los desechos orgánicos que permanecen en los vertederos se descomponen generando metano, por lo que lo más idóneo es controlar la producción de gas y transformarlo en energía útil. Así, el ejecutivo de Tecnomatrix señala que un biodigestor en los vertederos puede generar biogás mediante bacterias naturales durante la biodegradación de materiales orgánicos almacenados sin aire (condición anaeróbica). Este gas, de alta capacidad calorífica, puede usarse para la calefacción, por ejemplo, o para transformarlo en electricidad. Esteva destaca que es la única de las energías alternativas que puede almacenarse y transportarse.

La puesta en marcha de Plantas de Biogás permite que -una vez eliminado el gas- los desechos orgánicos se puedan utilizar como biofertilizantes, abonos con alto contenido de nitrógeno, favorables para la agricultura. La instalación de Plantas de Clasificación y Tratamiento de Residuos Urbanos (RSU) en los Rellenos Sanitarios, y la cultura del reciclaje asociada, generaría 250 puestos de trabajo directos, según estimaciones de la organización ambientalista Vitalis.

Via En Oriente