El diputado de Urbanismo y Medio Ambiente de Álava, Josean Galera, desgranó el pasado jueves en las Juntas Generales la situación en la que se encuentra el nuevo plan de gestión de residuos alavés, que será común para todo el territorio. 

Galera avanzó que en el mes de septiembre está previsto adjudicar el estudio que permitirá redactar el documento, que será consensuado con las entidades locales y comarcales que tienen la competencia. También participarán en el diseño final los colectivos ciudadanos y los grupos políticos.

El nuevo plan asume como objetivo propio el que recoge el Gobierno vasco, que propone reducir la basura generada en un 10% para el año 2020, incrementar la recogida y la separación selectiva de residuos hasta un 75% y en un 60% la valorización para que puedan ser reutilizados en nuevos usos o como parte de nuevos procesos. El propio diputado compartió con varios grupos junteros que «es imposible lograrlo en tres años». Sin embargo, Galera apostó por mantener ese criterio porque «no podemos poner unos objetivos inferiores a los que están aprobados».

Según los datos aportados por Galera, sólo se recicla el 28% de la basura que se genera. Como muestra, de las 43.000 toneladas de residuos orgánicos sólo se recogen selectivamente para su reciclado cerca de 4.000. Eso supone el 1% de toda la basura de Álava. Es más, los datos se han mantenido en los años 2014 y 2015. A eso hay que sumar que se han incrementado los desechos generados por habitante al año, que ha pasado de 400 kilos en 2014 a 417 en 2015, rompiendo así un tendencia al descenso que se había registrado desde 2005.

Las alternativas que estudia la Diputación, en colaboración con el resto de instituciones, son «el autocompostaje en viviendas unifamiliares, el compostaje comunitario por barrios o la implantación del contenedor marrón». 

El plan que tiene previsto adjudicar la Diputación tendrá una vigencia de trece años, hasta 2030 y tiene un presupuesto de 133.000 euros para su redacción. En esta iniciativa será fundamental la colaboración de las entidades locales. Galera descartó el cierre del vertedero de Gardelegi y concedió una importancia especial a la sensibilización para mejorar las cifras.